El estudio no se mide por el número de páginas leídas en una noche, ni por la cantidad de libros leídos en un semestre. Estudiar no es un acto de consumir ideas, sino de crearlas y recrearlas

sábado, 7 de julio de 2012

LA EDUCACIÓN EN EL HUMANISMO Y EN EL RENACIMIENTO


El despertar de las actividades culturales y civiles que, especialmente en el siglo xi y luego más tarde, había ido acentuándose, se manifiesta con sus particulares caracteres de los siglos xv y xvi, siglos del humanismo y del renacimiento. La antigüedad habría producido una completa revolución caracterizada por el descubrimiento del hombre, por una renovada educación humanista, por la exaltación del individuo, por una fundamental inspiración laica y mundana y por fuertes acentos inmanentes que no podían dejar de significar por lo menos una posición arreligiosa. La aspiración de fundar un único cuerpo de doctrina cristiana, valedero para la cultura y la vida, el culto de la tradición y la consiguiente  tendencia al esteticismo medieval, dejaron paso a una civilización que no quería ser solamente cristiana, sino esencialmente humana.

Una eminente función mayéutica, por cuanto invita a ascender a su nivel espiritual, sacando fuera de los hombres cuanto en ellos hay de más elevado y haciéndolo digno de superior contacto con los pensamientos y las acciones ejemplares. Lo que se rechaza no es la religión, sino todo lo más, el espíritu rigurosamente ascético y monástico con que aparecía a veces en la educación medieval. Pero la interpretación de la manera de concebir la vida y la misma fe religiosa había cambiado en el sentido de una mayor conciencia del valor de la vida presente, de una más acentuada importancia de la propia personalidad natural, de una más acentuada importancia de la propia personalidad natural.

                      

Estimulaba el gusto por el arte, y aquella armonía humana que en la Hélade y  en Roma había celebrado su triunfo, daba la posibilidad de desahogar, en una espiritualidad refinadamente estetizante, un ideal ético centrado en los valores del individuo, de la persona, de la libertad y de la naturaleza. El propósito de formar personalidades completas y libres, desarrollando en el hombre todas sus facultades y energías. el sueño clásico de la armonía y del equilibrio implica, como finalidad educativa, el desarrollo y la organización del autodominio de todas las actitudes físicas, intelectuales y morales.

La laicización de la cultura trajo como lógica consecuencia de la progresiva difusión de las escuelas laicas. En los siglos xv y xvi no se pensaba aún en una escuela irreligiosa o arreligiosa. Algunos personajes importantes:


·         El dominicio Giovanni Dominici 
·         Jeronimo Savonarola
·         San Bernarnido de siena
·         Guarino Guarini de Verona
·         Vittorino Rambaldoni de Feltre
·         Pier Paolo Vergerio
·         Jacobo Sadoleto
·         Mateo Palmieri
·         Leon Batista Alberti
·         Baltasar Castiglione
·         Giovanni Della Casa



                   

Evito siempre los escollos tremendos del ascetismo y las asperezas de la maceración, bien es verdad que todos los humanistas entendían la nobleza no como un estado originado por el nacimiento, sino como una conquista del individuo que con el esfuerzo personal ha logrado afinar sus dotes personales con el estudio y la cultura adquirida, y así se hace merecedor de poder aspirar a la gloria y la inmortalidad en la memoria de los hombres. En efecto, Guaraní acogía y educaba caritativa e incluso gratuitamente a un número de escolares pobres, imitado en esto por Victorino. El ideal de un desarrollo completo y armonioso de la personalidad impulsó a los dos educadores a dedicar una atención particular a la educación física.

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