El estudio no se mide por el número de páginas leídas en una noche, ni por la cantidad de libros leídos en un semestre. Estudiar no es un acto de consumir ideas, sino de crearlas y recrearlas

martes, 10 de julio de 2012

LOS NUEVOS MÉTODOS CIENTÍFICOS Y SU APLICACIÓN PEDAGÓGICA‏


Cada época histórica se ha caracterizado por una concepción particular sobre el conocimiento que a la vez supone la existencia de una serie de criterios admitidos que permiten diferenciar entre lo que es y no es saber. Saber como sinónimo de conocimiento. En la época Moderna, la relevancia del saber científico como saber auténtico, no es un fenómeno aislado. El conocimiento científico triunfa frente a otros saberes; todo conocimiento para ser aceptado debía cumplir con las características que él mismo había determinado.

 Al relacionarse el desarrollo científico a las prácticas sociales, se le adjudica a la ciencia un papel relevante en el progreso de la humanidad: la ciencia podía y debía servir a la emancipación de los hombres; la inteligencia humana se vería beneficiada con su práctica; así se incrementaría la capacidad racional y el modo de vida.

La matriz epistémica sobre la que se asienta el pensamiento científico de una época histórica determinada, mantiene vínculos estrechos con el resto de las concepciones del pensamiento humano, dado que todos los discursos considerados verdaderos surgen en el seno y a partir de idénticas condiciones socio-culturales.
Con Galileo y Newton surge el conocimiento predecible, que tiene como antecedente a la visión de un mundo inmutable en Aristóteles. A partir del siglo XVII todo lo que se produce, es deducible y el edificio científico de la Modernidad se construye sobre las leyes conservativas, reversibles y deterministas. 

La espíteme moderna considerará verdadero conocimiento a aquél que coincida con las leyes científicas.
A mitad del siglo XIX algunos de los soportes del universo teórico construido por la Modernidad, se figuran. Las leyes deterministas sólidamente establecidas, habrán de compartir su existencia con otro tipo de explicaciones. Del mismo modo que en la física, la mecánica clásica se fragmenta, en la biología, con la teoría de la evolución, los sucesos ya no pueden ser deducidos de ninguna ley determinista. No pueden inferirse de una información anterior. No responden a la linealidad causa-efecto.  

                  

En el nuevo siglo se instala al mismo tiempo la pluralidad de códigos y la falta de fundamentación universal.
Ya no es posible hablar de un método científico único, se acepta el devenir, y se incluye la probabilidad y el azar en la formulación de hipótesis. Si antes fundamentar consistía en explicitar los supuestos sobre los que se sustenta una práctica o una teoría, la ciencia se ocupará ahora de desarrollar un marco teórico fecundo que será explicitado, criticado y puesto a prueba. Como expresó Koestler “El espacio de Einstein (hoy) no está más cerca de la realidad, que el cielo de Van Gogh. La gloria de la ciencia no estriba en una verdad más absoluta que la verdad de Bach o Tolstoi sino que está en el acto de la creación misma. Con su descubrimiento el hombre de ciencia impone su propio orden al caos, así como el compositor o el pintor impone el suyo: un orden que siempre se refiere a aspectos limitados de la realidad y se basa en el marco de referencia del observador, marco que difiere de un período a otro, así como un desnudo de Rembrandt difiere de un desnudo de Manet”.

Sin embargo hasta hoy persiste una visión de la ciencia que se aleja de esta amplitud. En la versión popular y más extendida sobre ella, el conocimiento científico, es conocimiento probado, las teorías se derivan de los hechos, de la experiencia, adquiridos mediante la observación y la experimentación. La ciencia es objetiva, neutra y su conocimiento fiable, porque es objetivamente probado. En esta visión se instala una racionalidad instrumental y el saber científico es representado como un saber desinteresado guiado exclusivamente por la búsqueda de la verdad. Chalmers, ha señalado que “El gran respeto que se tiene por la ciencia no se limita a la vida cotidiana y a los medios de comunicación, también resulta evidente en el mundo académico y universitario y en todos los sectores de la industria del conocimiento”.

Persiste hasta nuestros días la convicción de que la ciencia presupone únicamente la existencia del método objetivo por medio del cual se puede poner a prueba el conocimiento, lo que significa que es posible formular hipótesis y teorías que pueden garantizarse por referencia a la evidencia, por criterios de coherencia racional y por sus consecuencias experimentales. Hoy día la pluralidad metodológica y la interrelación de los métodos es una característica predominante de la ciencia contemporánea dado el carácter complejo de los procesos de investigación y de lo intrínseco, complejo, contradictorio y dialéctico del conocimiento humano.
La concepción de una ciencia como expresión de verdad, objetividad y neutralidad se desdibuja cuando se resquebrajan los soportes del universo teórico que aportó la modernidad y se hicieron duras críticas tanto internas como externas de esta concepción y se construye una nueva concepción de la ciencia como representación social.

Realizaremos una recorrida de las distintas concepciones de ciencia, imperantes a lo largo de la historia, a los efectos de intentar reflexionar sobre las concepciones epistemológicas que subyacen en las prácticas educativas. Nos referiremos fundamentalmente, a las distintas perspectivas abordadas a lo largo del Seminario, seleccionando aquellas que nos han parecido más relevantes.

                  

En el siglo XIX la comunidad científica trabajaba con la idea de que los conocimientos científicos alcanzados en base a distintos procedimientos, constituían verdades absolutas. Se consideraba que casi toda la verdad científica se había descubierto y que los conocimientos se presentaban como verdades estáticas. Por lo tanto la ciencia se constituía de dichas verdades que se acumulaban a lo largo de la historia. Esta concepción de ciencia refleja una visión del conocimiento elaborado por yuxtaposiciones progresivas y acumulativas.

Esta postura es defendida por filósofos como Bacon y Pearson. Afirmaban que la verdad se descubre mediante la observación y la experimentación. Es a través de los sentidos que se producen enunciados observables de los cuales se derivan las leyes y las teorías. La generalización se realiza mediante el principio de inducción y a partir de allí se predice y se explica por medio de la deducción. Confirmar significa tener apoyo inductivo independientemente del contexto histórico. Esta perspectiva supone que la experiencia es la fuente primordial del conocimiento científico y que toda experiencia comienza por la observación.

Chalmers menciona algunos aspectos básicos de esta perspectiva:

•  La ciencia se basa en lo que se puede ver.
•  La ciencia se basa en lo que se puede oír.
•  La ciencia se basa en lo que se puede tocar.

Es así que el conocimiento científico es totalmente confiable ya que es conocimiento riguroso y objetivamente probado. Significa a su vea, que todos los sujetos “ven” lo mismo frente a un mismo fenómeno; y que esta observación no es influenciada por la experiencia personal ni por desarrollos conceptuales anteriores ni por factores emocionales.

Popper y Lakatos plantean que la observación es guiada por la teoría y la presupone. Las teorías son conjeturas o suposiciones que deben ser comprobadas rigurosamente por la observación y la experimentación. La ciencia se presenta así como un conjunto de hipótesis falsables que pretenden explicar un sistema.Para Popper “La ciencia consiste en proposiciones objetivas, formuladas lingüísticamente, en hipótesis y en problemas, y no en expectativas o convicciones subjetivas”.

Relación entre la de ciencia y la metodología de enseñanza.

Desde el Empirismo se sostienen dos ideas predominantes. Por un lado se considera a la ciencia como una acumulación de hechos y teorías y el conocimiento se descubre aplicando el método científico. Esta concepción da lugar a un enfoque pedagógico-didáctico reproductivista, memorístico y acumulativo. En donde hay que transmitir a los estudiantes los conocimientos científicos considerados verdaderos. No se tienen en cuenta los conocimientos previos de los estudiantes. Hay que enseñar a observar y a aplicar el método científico. Este enfoque se basa, fundamentalmente en que la enseñanza inductiva garantiza el aprendizaje.

 Se hace hincapié en la lógica de la disciplina científica y no considera la naturaleza re organizativa y genética del aprendizaje cognitivo. Se pone énfasis en los contenidos de la asignatura y no en los procesos de aprendizaje. La enseñanza se limita a que alguien, conocedor de la verdad, la transmita. El docente es el principal protagonista, dueño de una verdad científica que transmite a los alumnos, quienes van yuxtaponiendo los conocimientos transmitidos. Se tiene la idea de que los alumnos llegan al sistema educativo con la “mente vacía” y la enseñanza la “llena” de conocimientos.

Desde el Racionalismo, dado que la razón es la fuente última del conocimiento; se sustenta un enfoque educativo que promueve una enseñanza basada en la utilización de la lógica y el razonamiento abstracto. Por lo tanto, el desarrollo del pensamiento formal mediante actividades es una condición necesaria y suficiente para el aprendizaje científico. En el currículum se jerarquizan las actividades que fomentan el desarrollo formal por encima de los contenidos específicos.

También se sustenta desde el Empirismo el aprendizaje por descubrimiento. La noción fundamental ya no pone el énfasis en los contenidos como era propio del enfoque tradicional, sino que se produce una separación real entre procesos y productos. Se cuestiona la transmisión verbal y se propone una nueva metodología basada en una concepción epistemológica de la ciencia empírico-inductivista. La experiencia es la fuente del conocimiento científico y toda experiencia empieza por la observación. Se valoriza el método científico como factor para general el conocimiento y se lo identifica con el trabajo experimental.

Para esto se propone una enseñanza activa donde se pone el énfasis en los procesos de aprendizaje. El alumno debe hallar, por acción mental, a través del material suministrado una estructura que no le es explícita.

Pozo distingue cinco fases del método por descubrimiento:

· Presentación por parte del profesor de una situación problemática.
· Verificación de los datos recogidos con respecto a dicha situación.
· Experimentación en torno a dichos datos.
· Organización de la información recogida y explicación de la misma.
· Reflexión sobre la estrategia de investigación seguida (Análisis del método científico).


Estas etapas citadas demuestran que la actividad se centra en la aplicación del método científico más que en contenido de los problemas que se abordan.

El aula se constituye en un laboratorio, donde se realizan experiencias cuyos resultados permitirán inducir teorías. El docente orienta y guía las experiencias pero no da explicación de los hechos observados. No conceptualiza nunca los conflictos sino que deben ser los alumnos quienes elaboren las teorías que les ayuden a resolverlos. Se enfatiza el trabajo autónomo de los alumnos y se descuida el papel del docente.
Esta metodología no se sustenta en la actualidad ni por aportes epistemológicos ni sicológicos válidos. No obstante, sigue teniendo impacto en muchas de nuestras aulas. Por otra parte, se debe tener presente que el pasaje de la enseñanza repetitiva a la enseñanza por descubrimiento autónomo tuvo como consecuencia importante mostrar que el alumno –como sujeto que aprende-es clave en el proceso de enseñanza y aprendizaje.
             

Según Ausubel la verdadera asimilación de conceptos exige un proceso activo de relación, diferenciación y reconciliación integradora con los conceptos pertinentes que ya existan. Este autor critica enfáticamente el método por descubrimiento autónomo. Introduce el concepto de aprendizaje significativo y la importancia de las estructuras conceptuales de los alumnos. Su propuesta redefine y revaloriza el rol del profesor y se basa en la transmisión-recepción del conocimiento. Destaca dos puntos que son prioritarios: la estructura conceptual del contenido y la importancia que debe dársele a lo que el alumno ya sabe: sus ideas previas. La existencia de ideas previas o preconceptos sobre la realidad que maneja un alumno se encuentran relacionadas y forman teorías implícitas en el alumno que condicionan la adquisición de los nuevos conocimientos. Conocer las características de las ideas previas es importante si se pretende lograr una “reconciliación integradora entre los nuevos conocimientos y los ya existentes”

Pozo y Carretero describen dichas características:

· Son espontáneas: surgen naturalmente y tienen su origen en la interacción con el mundo y con la gente.

· Son construcciones personales, es decir, producto de su experiencia personal con el mundo y no a través de un centro de enseñanza.
· Se caracterizan por ser científicamente incorrectas desde el punto de vista formal de la ciencia pero no en un contexto cotidiano extraescolar.
· Se encuentran implícitas en el alumno y no le es fácil exteriorizarlas.
· Pueden presentarse en forma incoherente o contradictorias entre sí.
· Son resistentes al cambio debido a su propio origen.
· Estas ideas previas se presentan en todas las áreas de la vida.


Las ideas previas si bien tienen características personales, son compartidas por alumnos y adultos de distintas edades y se manifiestan a través de la realización de los mismos errores. Tienen un carácter histórico que reproduce etapas en la evolución del conocimiento científico. El modelo de cambio conceptual, considera diferentes aspectos:

 · La existencia de las ideas previas en los alumnos, antes explicitadas.

·  Aprender no se trata de adquirir nuevos conocimientos sino de cambiar los existentes para acceder a nuevas formas de explicación.
· El conflicto entre ideas nuevas y preexistentes ocupa un lugar fundamental en todas las explicaciones del aprendizaje cognitivo.
· El alumno debe tomar conciencia en la resolución de esos conflictos.
· El cambio conceptual, debe a su vez ir acompañado por un cambio metodológico y latitudinal que supere el modo cotidiano de abordar los problemas.
· El rol del docente es la de ser un mediador, facilitador del aprendizaje. Da lugar al planteamiento de dudas por parte de los alumnos, utiliza el error como herramienta metodológica para llevar a sus alumnos de forma sistemática e intencional a una indagación del saber.
· La metodología de enseñanza se base en un modelo apropiativo-aproximativo del conocimiento. Se pone énfasis tanto en las estrategias de enseñanza del docente como en las estrategias de aprendizaje de los alumnos. 



sábado, 7 de julio de 2012

LA EDUCACIÓN EN EL HUMANISMO Y EN EL RENACIMIENTO


El despertar de las actividades culturales y civiles que, especialmente en el siglo xi y luego más tarde, había ido acentuándose, se manifiesta con sus particulares caracteres de los siglos xv y xvi, siglos del humanismo y del renacimiento. La antigüedad habría producido una completa revolución caracterizada por el descubrimiento del hombre, por una renovada educación humanista, por la exaltación del individuo, por una fundamental inspiración laica y mundana y por fuertes acentos inmanentes que no podían dejar de significar por lo menos una posición arreligiosa. La aspiración de fundar un único cuerpo de doctrina cristiana, valedero para la cultura y la vida, el culto de la tradición y la consiguiente  tendencia al esteticismo medieval, dejaron paso a una civilización que no quería ser solamente cristiana, sino esencialmente humana.

Una eminente función mayéutica, por cuanto invita a ascender a su nivel espiritual, sacando fuera de los hombres cuanto en ellos hay de más elevado y haciéndolo digno de superior contacto con los pensamientos y las acciones ejemplares. Lo que se rechaza no es la religión, sino todo lo más, el espíritu rigurosamente ascético y monástico con que aparecía a veces en la educación medieval. Pero la interpretación de la manera de concebir la vida y la misma fe religiosa había cambiado en el sentido de una mayor conciencia del valor de la vida presente, de una más acentuada importancia de la propia personalidad natural, de una más acentuada importancia de la propia personalidad natural.

                      

Estimulaba el gusto por el arte, y aquella armonía humana que en la Hélade y  en Roma había celebrado su triunfo, daba la posibilidad de desahogar, en una espiritualidad refinadamente estetizante, un ideal ético centrado en los valores del individuo, de la persona, de la libertad y de la naturaleza. El propósito de formar personalidades completas y libres, desarrollando en el hombre todas sus facultades y energías. el sueño clásico de la armonía y del equilibrio implica, como finalidad educativa, el desarrollo y la organización del autodominio de todas las actitudes físicas, intelectuales y morales.

La laicización de la cultura trajo como lógica consecuencia de la progresiva difusión de las escuelas laicas. En los siglos xv y xvi no se pensaba aún en una escuela irreligiosa o arreligiosa. Algunos personajes importantes:


·         El dominicio Giovanni Dominici 
·         Jeronimo Savonarola
·         San Bernarnido de siena
·         Guarino Guarini de Verona
·         Vittorino Rambaldoni de Feltre
·         Pier Paolo Vergerio
·         Jacobo Sadoleto
·         Mateo Palmieri
·         Leon Batista Alberti
·         Baltasar Castiglione
·         Giovanni Della Casa



                   

Evito siempre los escollos tremendos del ascetismo y las asperezas de la maceración, bien es verdad que todos los humanistas entendían la nobleza no como un estado originado por el nacimiento, sino como una conquista del individuo que con el esfuerzo personal ha logrado afinar sus dotes personales con el estudio y la cultura adquirida, y así se hace merecedor de poder aspirar a la gloria y la inmortalidad en la memoria de los hombres. En efecto, Guaraní acogía y educaba caritativa e incluso gratuitamente a un número de escolares pobres, imitado en esto por Victorino. El ideal de un desarrollo completo y armonioso de la personalidad impulsó a los dos educadores a dedicar una atención particular a la educación física.

martes, 12 de junio de 2012

LA EDUCACIÓN EN LA EDAD MEDIA

La Educación ha ido adquiriendo una gran relevancia teórica y práctica, la edad media es unas de las épocas donde los historiadores y críticos han querido dejar claro sus conocimientos. La educación en los primeros siglos de la Edad Media fue impartida sobre todo por la iglesia, en los monasterios y conventos. Estas escuelas en monasterios y conventos siguieron existiendo, pero hacia principios del primer milenio de nuestra era, y durante los dos siglos siguientes, surgieron por toda Europa numerosas universidades, como la de Cambridge en Inglaterra, la de París en Francia, la de Bolonia en Italia y la de Salamanca en España, las cuales de todos modos seguían bajo la influencia de la iglesia, y son a la fecha alguna de las que tienen mayor prestigio en el mundo.

Las materias referentes a la anatomía y la medicina, estaban prácticamente prohibidas, y el saber con respecto a esta área para la gente de la Edad Media estaba limitado a los estudios que realizaron los antiguos sabios griegos y romanos como Aristóteles y Galeno, y que conocían tan solo debido a la tradición familiar de generación en generación (de ahí las numerosas enfermedades en esta época debido a la ignorancia de las personas). Las materias referentes a las artes "plásticas" como la pintura, la escultura o lo referente al teatro tampoco existían en sí, pues la mayoría de estas actividades eran consideradas obscenas debido a la moral fabricada por la iglesia. Las escuelas de los monasterios asistían por lo general niños, y a las universidades asistían desde adolescentes hasta adultos jóvenes. Eran contados los que asistían a estudiar, pues casi nadie le daba importancia a eso, pues no era necesario en su tiempo.

 
La enorme influencia de la iglesia sobre la educación comenzó a desaparecer con el fin de la edad media con la llegada del renacimiento, además que nacieron nuevas "materias" y prácticamente dejo de existir al emperador de Francia Napoleón Bonaparte crear lo que hoy conocemos como educación pública. Los maestros tenían un oficio constituida que lo esencial era de servir de intermediario entre el saber ya constituido y las mentes de los discípulos, su propósito casi exclusivo consistía en obtener la verdad de las fuentes autorizadas y comunicarlas a los alumnos.

En las escuelas catedralicias se dio origen a la más importante institución cultural de la edad media. En el siglo XII se empezaron a incrementar el número de maestros y alumnos y se crearon comunidades de maestros para defender sus intereses y la disciplina de los estudios. Esta tenía por objeto de proteger a los profesores contra el canciller, el obispo, el rey, o cualquiera que quisiera ejercer sobre ello autoridad indebida.
En la alta escolástica en las escuelas debían servir principalmente para el entendimiento de la fe cristiana. Y la finalidad de la filosofía era que se profesara y por eso se le denominaban escolástica. En esta actividad se desenvolvía de dos maneras la de lección que consistía en el comentario de un argumento, y la de discusión que consistía en un examen de un problema mediante un debate. En si el problema fundamental de la escolástica es llevar al hombre a la inteligencia de la verdades reveladas, y para que entendiera la fe.

La Escuela palatina se reservó por su parte para la formación de la élite. Se compraron muchos manuscritos antiguos, particularmente en Roma, y se emprendió un vasto programa de transcripción en los escritos de los monasterios.
La enseñanza era  impartida por clérigos, aunque sus alumnos no tenían que seguir necesariamente la vida sacerdotal. El plan de estudios variaba muy poco de unas escuelas a otras, si bien el curricular cambió en los diferentes periodos escolásticos, comprendían, la gramática, retórica y el cuadrivio, y hay otros que aparecen más tardíamente, como son la dialéctica y la lógica.

El curricular de estas escuelas que se impartía respondía generalmente a tres niveles:
  •          Iniciación, en el que se enseña la lectura, la escritura, algunos conocimientos elementales de lengua latía, y el inicio en textos bíblicos.
  •          Estudio de artes, que conformaban el trívium, gramática, retórica y dialéctica, y en menor grado el cuadrivio.
  •          Nivel superior, en el que se estudiaba la escritura con comentarios de orden gramatical, histórico y teológico.”


El creador de esta escuela fue Carlos Magno, quien en Francia se preocupó por las deficiencias que presentaba la educación de su época.

 De la escuela monacal la Iglesia creó la escuela episcopal o catedralicia, en torno al obispo y a menudo dirigida por él. Su fin era formar hombres aptos para desempeñar las funciones de la Iglesia  y el ministerio eclesiástico. En el siglo IX ya habían algunas de renombres: Laon, Reims, Chartres y Auxerre. 



miércoles, 30 de mayo de 2012

EDUCACIÓN EN ROMA

Los romanos era una civilización de agricultores, de legistas, de conquistadores y colonizadores, no muy inclinados a los estudios teóricos, sin embargo en el campo pedagógico no debemos ciertamente esperar mucho, cuando la influencia griega se dejó sentir profundamente, el romano se entregó al otium literario, esto explica cómo en Grecia habían podido surgir y florecer los más grandes sistemas filosóficos y científicos de la antigüedad y las más bellas creaciones artísticas.

El carácter de los romanos se formaba esencialmente en la familia. La familia romana era la célula económico política en la que se apoyaba la vida misma de la comunidad. Hasta el siglo II a.C., la educación del joven en al antigua Roma se limitaba a lo que podía enseñarle el padre. Ésta enseñanza se basaba fundamentalmente en el respeto a las costumbres. Hasta los siete años la madre se encargaba de la educación de los hijos, pero a partir de los siete, el padre tomaba la responsabilidad de la educación. Éste le enseñaba a leer, escribir, usar las armas y cultivar la tierra, también le impartía los fundamentos de la moral, la religión y el conocimiento de la ley.






El niño acompañaba a su padre a todas partes, al campo, a los convites, al foro; mientras la niña, seguía bajo la tutela de la madre, quien le instruia en el telar y en las labores domesticas.

A partir de los siglos III y II a.C., Roma entra en contacto con la cultura griega al conquistar la Magna Grecia. A partir de este hecho, la superioridad de la cultura griega marcará la cultura y educación romana. Maestros y Rétores llegan como esclavos a Roma y se dedican a impartir la instrucción en las casas de sus dueños, y una vez obtenida su libertad, algunos fundan escuelas.  El sistema educativo griego es implementado por los romanos, de esta manera, gran parte de pedagogos, gramáticos, retóricos y filósofos; comienzan a enseñar en las calles.

La educación romana, se divide en tres niveles:

•Elemental
•Medio
•Superior

La primera ocupa los niños desde los siete hasta los once años. Ésta educación podía recibirse en casa, con maestros particulares o en la escuela del “LITTERATOR”, éste tipo de educación era para todos.

La segunda, era impartida por el “GRAMMATICUS”, acogía a niños y niñas de doce a dieciséis años. A este nivel de educación solo tenían acceso las personas privilegiadas o ricas.

 La tercera etapa, era la enseñanza superior, y era impartida por el “RHETOR”, quien era generalmente griego. Quien llegaba a este grado de estudios, era porque se dedicaría a la vida pública y la oratoria. 




En roma, los héroes eran, en cambio, hombres de carne y hueso, sostenidos sola y exclusivamente por su firmeza, su valor y su presencia de ánimo, y por esto su ejemplo tenia mayor eficacia práctica, porque se presentaban con un carácter más humano y en el campo de acción de las posibilidades de cada uno, la ambición mayor era la de ordenar la propia existencia individual, de manera que cada uno estuviera en condiciones de servir dignamente a la república. Los romanos, más que reprimir violentamente los caracteres diferenciales de cada raza, usaron sabiamente la valoración y asimilación de las energías y de las cualidades típicas de los vencidos.

los romanos demostraron simpatía por los otros pueblos y estuvieron dispuestos a admitir a los extranjeros en su comunidad, confiriendo sin dificultades la ciudadanía incluso a los esclavos libertos, el sentido práctico del pueblo romano era un deber del hombre y casi un nombre privilegio,  y no su desgracia.